¿Sirve participar de un retiro meditativo? Algunas veces me preguntan esto, y la verdad es que es una muy buena pregunta. Ocurre que es una experiencia muy particular donde permanecemos, por al menos un día completo, en un lugar apacible, apartado de los ruidos y las distracciones cotidianas (familia, trabajo, redes sociales).
Allí, supervisados y liderados por personas que tienen un conocimiento acabado de cierta práctica meditativa, activamos una actitud contemplativa y más serena de estar en el mundo, en contraposición al continuo multitasking que suele abrumarnos.
Pues bien, es así: el retiro espiritual es una experiencia única que nos permite explorar, en un contexto natural pero “armado intencionalmente”, estados de la mente más elevados, más profundos, más altruistas inclusive.
¿Cómo potenciar lo vivido en un retiro?
Las prácticas silentes, las reflexiones y los momentos compartidos cumplen la función entonces de encender aspectos “adormilados” o “inexplorados” de nuestra mente, con el consiguiente compromiso de retomar este trabajo cuando salimos a la vida diaria.
El impacto que produce la calma y la ecuanimidad del entorno, del grupo y las enseñanzas nos dejan con una fuerte actitud bondadosa y compasiva apenas salimos. Progresivamente, iremos experimentando la pérdida de buena parte de esos estados, pero…¡no del todo si guardamos su recuerdo y lo materializamos con alguna práctica sistemática en adelante! Y ese es el aspecto poderoso del retiro: que nos deja una marca que muchos llevarán para despertar, en cualquier momento, y dedicarse más fuertemente a cultivar en sus vidas lo aprendido.
Algunas preguntas habituales al respecto:
¿Es mejor hacer el retiro después de haber practicado meditación?
No necesariamente, muchas personas se conectan bien con esta experiencia sin tener práctica anterior. De todas formas el tener conocimientos personales de meditación sí puede ayudarnos a vivir con más profundidad la experiencia.
¿Cuántos días tiene que tener un retiro idealmente para sentir algún beneficio?
Normalmente de 3 días a una semana puede producir impacto importante. Ni hablar si hacés un retiro de 10 días a dos semanas. Retiros de 1 o 2 días son experiencias iniciáticas pero también valiosas.
¿Puede ocurrir que me ponga muy angustiado, o ansioso, o temeroso, como efecto de alguna práctica de meditación?
Puede ocurrir, aunque no es habitual. En nuestros retiros de mindfulness, por ejemplo, hacemos una admisión para conocer el estado actual de la persona, y si observamos que no se encuentra estable o que puede “sufrir” las prácticas exigentes, le recomendamos esperar mejor momento.
Por Martín Reynoso (Psicólogo y Coordinador de Mindfulness -INECO / www.clarin.com